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David, Goliat y el Proceso de Individuación.

En una ocasión recibĆ­ un correo electrónico de uno de mis alumnos diciĆ©ndome ā€œlamento no haber estado en la clase. Experimento ansiedad social y no puedo estar enfrente del salón para dar mi presentación. Entiendo que esto impactarĆ” mi calificación, pero aun asĆ­ quise informarleā€

Simpaticé con su situación, pues yo mismo he experimentado ansiedad social y sé lo difícil que es afrontar esas experiencias que activan nuestros pensamientos catastróficos y nos hacen empequeñecernos ante los demÔs. Sin embargo, no pude evitar el impacto negativo en su calificación y como le expliqué, si nosotros no aprendemos a manejar la ansiedad, ella nos manejarÔ a nosotros, y con ello perderemos importantes oportunidades en la vida. Le recomendé dos grandes libros; Cómo controlar la ansiedad antes de que le controle a usted y El control de tu estado de Ônimo. Estos dos libros han sido de gran ayuda para mis pacientes, y también lo fueron para mí cuando decidí afrontar mi propia ansiedad. Los invito a leerlos y trabajarlos, así como a escuchar los episodios de mi podcast sobre el tema: ¿Qué es la ansiedad y cómo usarla a nuestro favor? ¿Qué son las fobias y cómo superarlas? La ansiedad social ¿es normal o es un trastorno?


Justo el dĆ­a que recibĆ­ el correo de mi alumno, me encontraba contemplando la imagen de

David y la cabeza de Goliat
David y la cabeza de Goliat

Caravaggio y que uso en esta publicación y pensaba que la historia de David y Goliat es la historia de todos, o al menos la que todos deberíamos de tener. Es un llamado al afrontamiento del miedo y de los problemas psicológicos para que podamos experimentar el crecimiento de nuestro ser y así convertirnos en la persona que estamos llamados a ser, algo que C.G. Jung llamó el proceso de individuación.


Pero repasemos la historia. Goliat era un gigante filisteo que aterrorizaba a los soldados israelitas. Estas dos naciones se encontraban en guerra y Goliat solía ponerse entre los dos ejércitos y retaba a los israelitas diciendo: «¿Para qué habéis salido a poneros en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo filisteo y vosotros servidores de Saúl? Escogeos un hombre y que baje contra mí. Si es capaz de pelear conmigo y me mata, seremos vuestros esclavos, pero si yo le venzo y le mato, seréis nuestros esclavos y nos serviréis.»


A los soldados israelís les paralizaba la imponente presencia de Goliat, ninguno se atrevía a enfrentarlo. Sin embargo, un día las cosas cambiaron, un pequeño pastor de ovejas de nombre David llevó, por instrucción de su padre, alimento a sus hermanos mayores que eran parte del ejército. Estando ahí se enteró de la situación con Goliat y se ofreció a enfrentar al gigante. Sobra decir que los hermanos no creyeron en él por su baja estatura y fragilidad y tampoco le dieron el trato mÔs respetuoso, a pesar de eso, él se ofreció a enfrentar al temido filisteo y el rey Saúl le dio permiso de hacerlo. Ante las probabilidades en su contra, y ante la falta de apoyo de sus propios hermanos, el pequeño pastor le hizo frente a Goliat tan solo con una honda y 5 piedras y mientras el gigante se burlaba de él, David acertó el golpe con la piedra directamente en la cabeza. El gigante cayó y David le cortó la cabeza liberando a su pueblo de Goliat y de todo el ejercito filisteo.


David se convirtió en el héroe y posteriormente en el rey de los israelitas. Gobernó por muchos años y logro el florecimiento de su gente. La historia de esta hazaña se puede leer aquí.


AsĆ­ como David, nosotros nos veremos amenazados por ā€œgigantesā€. A veces son de la vida real como son enfermedades crónico-degenerativas, trastornos mentales severos, la muerte de un ser querido, situaciones de injusticia o problemas financieros. Otras veces esos gigantes pueden ser producto de nuestra historia y de situaciones difĆ­ciles vividas en el pasado y otras veces son nuestros miedos, nuestra ansiedad o estado de Ć”nimo deprimido. No importa su origen, o el tipo de ā€œgiganteā€ ni quĆ© tan pequeƱo e indefenso te sientas frente a ellos, lo que importa es que tomes tu honda y tus cinco piedras y salgas a enfrentarlos.


Ese afrontamiento puede tomar la forma de una terapia que te ayude a comprender mejor tu situación actual o tu trastorno psicológico y construyan estrategias para superarlo. O puede ser el dejar de posponer las oportunidades que la vida te presenta por miedo a fracasar. Tal vez es terminar o poner límites a una relación abusiva. QuizÔ sea tomar las riendas de tu vida e independizarte económica y emocionalmente de tus padres. O puede que sea cambiar de carrera como tanto lo has deseado. O decidir afrontar la ansiedad o la de presión o la adicción o la obesidad.


No importa cuĆ”l es tu ā€œgiganteā€, lo que importa es que, si lo haces, tu crecimiento serĆ” exponencial, y asĆ­ como David, encontrarĆ”s tu camino y propósito en la vida. Te transformaras de un niƱo o niƱa inocente, a un hombre o mujer valiente, a un rey o reina que se guĆ­a a sĆ­ mismo y a sus seres queridos. El afrontamiento de los ā€œgigantesā€ es parte esencial de tu camino de individuación, del proceso que te convierte en ti mismo y te lleva a ser la persona que estas llamado a ser.


Mi alumno tiene que hacer eso, su gigante en este momento es pararse frente al salón y darse cuenta de que Ć©l es mĆ”s fuerte que su ansiedad. TĆŗ y yo tenemos que hacer eso tambiĆ©n, tenemos que identificar los ā€œgigantesā€ que nos paralizan y hacerles frente, pues como decĆ­a C. G. Jung "Tu misión estĆ” donde se encuentra tu miedo"


Saludos con aprecio a todos.


Dr. Mario GuzmƔn Sescosse

Seminario en línea:  La Transformación del adolescente 



© 2023 by Dr. Mario Guzman

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