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Gratitud y sentido de la vida.

Un mensaje para mis alumnos en el día de Acción de Gracias. (Versión en inglés)


Queridos estudiantes, espero que este mensaje los encuentre bien.


Hace nueve años tuve mi primer Día de Acción de Gracias; ese fue el año en que mi familia y yo nos mudamos a este hermoso país. Como muchos de ustedes saben, también fue el año más desafiante de mi vida. Sin embargo, cuando asistí ese Día de Acción de Gracias, me sorprendió su valor histórico y actual. Como psicólogo y hombre de fe, conozco el impacto de la gratitud en la apreciación de la vida y nuestro bienestar general. El Dr Robert Emmons y el Dr. Martin Seligman han puesto a prueba, con distintas investigaciones, los efectos de la gratitud; los resultados son extraordinarios: las personas viven más tiempo, aprecian mejor la vida y a sus seres queridos, tienen mejor salud física y mental, y muchos beneficios más.


Con una experiencia tan hermosa, mi familia y yo adoptamos esta tradición americana porque reconocimos que hay muchas cosas por las que estar agradecidos, y una de las 5 principales es que vivimos en este fantástico país.

Lamentablemente, en estos nueve años también he notado una creciente falta de apreciación de lo que es Estados Unidos. Los medios de comunicación, las redes sociales y los políticos nos han bombardeado con noticias negativas que promueven la división social hasta el punto de que muchas personas piensan erróneamente, como ha demostrado el Dr. Clay Routledge en su investigación, que “estos son los peores tiempos de la historia de la humanidad”.


Bueno, no lo son. La investigación del Dr. Bjorn Lomborg ha destacado los avances de una manera muy articulada. Ha demostrado que, en muchas variables, vivimos los mejores tiempos de la historia. La pobreza, la desigualdad social y las muertes por violencia nunca han sido tan bajas como ahora. La esperanza de vida, y las oportunidades educativas están en sus números más altos..


Sin embargo, no podemos ser ingenuos y pensar que todo está bien y perfecto. El falso optimismo puede ser peligroso, con un riesgo importante de no atender a lo que debemos de cambiar y trabajar por el bien común y el Reino de Dios. De hecho, los últimos cuatro años han sido desafiantes para muchos. La muerte, las enfermedades, la pandemia, la guerra, los problemas económicos, la tensión social y el aislamiento se han convertido en una realidad para muchos de nosotros, con un costo significativo para la salud mental, la vida familiar, las comunidades y, lamentablemente, también la vida religiosa. Pero también hemos visto que muchos han descubierto que a pesar de estas adversidades, la vida todavía tiene significado y que crecer a partir de la adversidad es una posibilidad y una necesidad. Fuimos creados para el futuro para que algún día podamos unirnos a Nuestro Señor en el cielo, y por eso siempre estamos orientados a seguir adelante. Permanecer estáticos e indiferentes es contrario a nuestra naturaleza y al propósito para el cual fuimos creados. Por lo tanto, necesitamos encontrar una manera de crecer a pesar de las dificultades, los desafíos, el sufrimiento y la adversidad de nuestras vidas y nuestros tiempos.


Teniendo esto en cuenta, los animo a recordar el llamado de Nuestro Señor: “Quien quiera venir en pos de mí, debe negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el evangelio, la salvará” (Marcos 8: 34-35). Como hemos discutido antes en clase, el sufrimiento de la cruz no carece de significado sino que es transformador. Ésa fue la experiencia de Nuestro Señor, que también podría ser la nuestra. Cuando abrazamos nuestra cruz, cuando aceptamos nuestra cruz, podemos transformarnos.


Estados Unidos es una tierra de libertad; debemos ser agradecidos pero también cuidadosos. Como dijo el Dr. Viktor Frankl:


La libertad, sin embargo, no es la última palabra. La libertad es sólo una parte de la historia y la mitad de la verdad. La libertad no es más que el aspecto negativo de todo el fenómeno cuyo aspecto positivo es la responsabilidad. De hecho, la libertad corre el peligro de degenerar en mera arbitrariedad a menos que se viva en términos de responsabilidad. Por eso recomiendo que la Estatua de la Libertad en la Costa Este se complemente con una Estatua de la Responsabilidad en la Costa Oeste.


Quisiera concluir invitándolos a ser agradecidos por este hermoso país, por las tantas bendiciones que todos tenemos, e incluso agradecidos por los sufrimientos y dolores que están obrando para nuestro bien en el poder transformador de la cruz. Pero también quiero invitarlos a ver que sólo en la complementariedad de la libertad y la responsabilidad encontraremos el verdadero sentido de la vida, que es el llamado y propósito de Dios para cada uno de nosotros. Nacimos en estos tiempos, no para permanecer indiferentes, no para ser hedonistas, egoístas o solo lograr nuestras metas personales. Nacimos en estos tiempos para dar a conocer a Dios a todos, y eso comienza conociéndolo en lo más profundo de nuestra alma. Recuerden, cada uno de nosotros es el resultado de un pensamiento divino. Dios ha estado pensando en cada uno desde el principio de los tiempos.


Les deseo a todos un feliz Día de Acción de Gracias y les agradezco porque, sin ustedes, no sería profesor. Mi propósito y significado no serían posibles sin ustedes.

Dr. Mario Guzmán Sescosse




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