Para muchos papás no es suficiente dar afecto y controlar la conducta de sus hijos, pues además de eso buscan que sus hijos puedan crecer con principios o virtudes que les ayuden a desarrollarse y convertirse en seres humanos que puedan influir positivamente en su sociedad.
En artículos pasados he hecho mención al Dr. Seligman con el tema de las fortalezas y virtudes del carácter, especialmente enfocadas en los adultos. Ahora me gustaría hablarles del Dr. Greenspan quien tiene una aportación semejante pero para niños.
El Dr. Stanley Greenspan fue profesor de psiquiatría y ciencias de la conducta en la Universidad George Washington y es reconocido hasta la fecha por sus aportaciones en la atención de niños con autismo y discapacidades cognitivas.
En su libro titulado “Niños felices” propone que la educación de los niños no debería de estar dirigida sólo a proporcionarles afecto y a controlar su conducta, sino a promover cualidades esenciales en su personalidad que les permitan una contribución positiva a la sociedad y un desarrollo pleno como seres humanos. Dichas cualidades son:
1.La conexión: hace referencia a la capacidad para relacionarnos con los demás. Otros autores le llaman habilidades sociales. Lo obtenemos cuando nuestros padres nos motivan a relacionarnos con otros chicos y nos inculcan a cuidar y respetar dichas relaciones.
2.Empatía: es la capacidad de preocuparse por los demás, la adquirimos cuando nos enseñan a identificar las consecuencias de nuestros actos en los otros, así como a poder experimentar compasión por aquellos que tienen una situación menos favorecida.
3.La curiosidad: una mente inquieta se forma a través de conocer y explorar. Al ser niños, tenemos especial interés en conocer el mundo que nos rodea: olores, sabores, texturas, formas, etc. Permitiendo que nuestros hijos exploren favorecemos su creatividad y curiosidad.
4.La comunicación: hablar y comunicar, pueden ser dos cosas distintas. Adquirir la capacidad para transmitir, apropiadamente, nuestras ideas y saber escuchar la de los otros, resulta una herramienta importantísima para poder desarrollarnos ampliamente en el mundo de los adultos. Por eso, en casa debemos de favorecer la expresión de emociones, ideas o creencias de nuestros hijos, y con respeto, entablar un diálogo sobre ello.
5.La variedad emocional: lamentablemente nuestra cultura nos ha dicho que hay emociones “buenas y malas” las primeras: alegría, amor, compasión, etc.. Las segundas: tristeza, enojo, frustración, etc . Sin embargo, las emociones no son en realidad ni buenas ni malas, son parte de nuestra herencia biológica y psicológica, y nos resultan muy útiles. De ahí la importancia de que, en forma equilibrada, les permitamos a nuestros hijos experimentar y entender cada una de ellas.
6.La autentica autoestima: existen infinidad de libros y cursos que hablan sobre el tema, muchos son muy valiosos, pero lamentablemente otros más que promover una autentica autoestima, parecieran promover una cultura del egoísmo. En realidad la autoestima, para Greenspan, conlleva dos elementos muy concretos: autoconciencia (ser consciente de mis acciones y las consecuencias que estás tienen en mí y en otros) y autoaceptación (reconocerse con las fortalezas y debilidades a la vez que valioso por ser un ser humano único).
7.La disciplina interna: que nuestros hijos cuenten con horarios, rutinas, reglas o acuerdos y consecuencias claras y preestablecidas a sus conductas promueve dos elementos fundamentales: perseverancia y autocontrol, las herramientas que le permitirán el día de mañana alcanzar sus objetivos.
8.La creatividad y la visión: están ligados a la curiosidad, sin embargo van más allá, implican una rica vida interior que promoverá el desarrollo artístico o científico. Se obtienen a través de la interacción creativa que logramos a través del arte, el conocimiento y los juegos. Por ello, no desestimemos la oportunidad de poner en contacto a nuestros hijos con el mundo del arte y la ciencia.
9.El pensamiento lógico: Los papás que se permiten dar explicaciones, investigar y conocer junto con sus hijos, les ayudan a estos para que puedan dotar al mundo de sentido
10.La integridad moral: civismo, moral, ética, espiritualidad o religión son los conceptos que hemos utilizados a través de nuestra historia para transmitir lo que está bien y lo que está mal. El Dr. G. W. Allport decía que el desarrollo moral es fundamental en todo ser humano. No deberíamos, por lo tanto, educar en el relativismo a nuestros hijos, ni tampoco en el moralismo, sino en la oportunidad de que comprendan que nuestros actos tienen consecuencias, para ellos y para los demás, y que estas pueden lastimar o construir, pero que también conllevan la oportunidad para desarrollarnos plenamente.
Les sugiero considerar estas 10 cualidades esenciales en la educación de sus hijos. No importa que tan pequeños o mayores sean, siempre hay la posibilidad de promoverlas para que nuestros hijos alcancen un desarrollo integral de beneficio tanto personal como social.
Saludos y los invito a adquirir mis libros y mi seminario en línea bajo demanda en los siguientes links:
Comments